TIPOS DE PALABRAS: MORFOLOGÍA, SEMÁNTICA Y MORFOSINTAXIS
MORFOLOGÍA
1. MORFOFONÉMICA, ¿PARA QUE SIRVEN?
Los fonemas y su representación en el alfabeto (las letras) sirven para distinguir las palabras que integran el léxico (vocabulario o diccionario) de una lengua.
1. MORFOFONÉMICA, ¿PARA QUE SIRVEN?
Los fonemas y su representación en el alfabeto (las letras) sirven para distinguir las palabras que integran el léxico (vocabulario o diccionario) de una lengua.
2.MORFOLOGÍA DE PALABRAS
2.1. Homonimia.
Además, hay bastantes palabras que son homófonas, es decir,
suenan exactamente igual, aunque sean totalmente distintas por su significado y
por su función sintáctica.
Se ha ido de casa
Se casa
Se ha ido de caza.
2.2. Derivación.
La derivación se produce por la adición al lexema de un
morfema derivativo: *-miento, del cual puede ser prefijo (antes del lexema:
‘super-casa’) o sufijo (después del lexema: ‘cas-a-miento’).
2.3. Etimología asociativa.
Como acabamos de comprobar, no todas las palabras homófonas,
e incluso homónimas, están emparentadas morfológicamente por derivación. Sin
embargo, ya hemos entendido que nuestra mente no organiza el lenguaje por medio
de categorías científicas, sino por familiaridad y semejanza con los prototipos
subjetivos o sociales que reconocemos.
La etimología popular o asociativa está en el origen de la
mayoría de los errores ortográficos que repetimos de forma inconsciente:
tubo (sustantivo) vs. tuvo (pasado perfecto simple del verbo
tener) y sus derivados mantuvo, contuvo, retuvo, obtuvo, etc..
3.SEMÁNTICA DE LAS PALABRAS.
3.1. Polisemia.
Ata ese cabo.
El faro está en el cabo.
Los enunciados anteriores utilizan la misma palabra, que
desempeña una función sintáctica casi idéntica con distintos significados. En
estos casos no solo se produce la homonimia, por la coincidencia en la forma,
sino también el fenómeno de la polisemia: una palabra con distintos
significados, como resultado de su uso especializado en distintos contextos durante
la historia de la lengua (cabo1: vocabulario náutico; cabo2: léxico
geográfico).
3.2. Sinonimia.
Ata esa cuerda.
El faro está en la punta.
La palabra ‘cuerda’ tiene un sentido similar, aunque no
idéntico, al de ‘cabo’ en el ; al igual que ‘punta’ e. Ambos, ‘cuerda’ y ‘punta’, son palabras sinónimas de ‘cabo’ en distintos
contextos. La sinonimia nunca es perfecta, lo que quiere decir que la aparición
de una palabra o de la otra no es insignificante.
3.3. Relaciones no equivalentes.
En muchos casos, las relaciones de sinonimia entre dos
palabras no son equivalentes. Frecuentemente, el significado de una es más
general (hiperónimo) y el otro es más concreto (hipónimo). Los rasgos
semánticos de la palabra más general se incluyen en la más concreta, pero no al
contrario: punta es sinónimo de ‘cabo’ por su valor topográfico, pero también
de ‘clavo’ (por su valor como objeto agudo y punzante) y de ‘extremo’ (punta de
un ángulo), etc. Así pues, ‘punta’ es un hiperónimo de ‘cabo’, mientras que
‘cabo’ sería un hipónimo de ‘punta’.
De similar manera, se distingue entre el holónimo: la
‘cuerda’, que es el todo o la realidad completa, y el merónimo: el ‘cabo’, que
es una parte del todo.
3.4. Espacios mentales.
A diferencia de las palabras que se relacionan por la forma,
también nuestra mente organiza el léxico por la semejanza de significado, en
conjuntos o redes que los lingüistas llaman campos semánticos y también
espacios mentales. Sirvan como ejemplos el campo semántico de los automóviles
(coche, autobús, moto, camión, etc.) y el espacio mental del movimiento (verbos
de movimiento: ir, venir, salir, entrar, acudir, viajar, caminar, pasear,
gatear, correr, reptar, etc.).
Es llamativo que cada lengua o idioma, e incluso cada
dialecto, organice las distintas secciones del mundo por medio de distintas
palabras, con un grado de concreción muy diverso, dependiendo de cada cultura y
su diferente relación con el cuerpo o con el medio ambiente.
4.MORFOSINTAXIS
4.1. Tipos de palabras según su función.
10.Ha pasado mucho (= periodo amplio) t
11.Ya he visto mucho (= muchas cosas).
12.Trabaja mucho (= acción intensa y frecuente).
En los enunciados anteriores la forma de las tres palabras
es la misma, no porque sean homónimas, sino porque se trata de ocurrencias
distintas de la misma palabra. Se podría resolver la cuestión diciendo que la
palabra mucho es polisémica, puesto que los tres casos comparten el rasgo
semántico de “cuantificación, cantidad grande”, aunque se diferencian por su
connotación en el contexto (entre paréntesis).
Sin embargo, la función sintáctica que las tres palabras
desempeñan en el enunciado es distinta. Cada uno de esos usos corresponde a
distintas categorías sintácticas. Como veremos, esa diferencia es fundamental a
la hora de considerar con qué otras palabras puede asociarse para formar un
grupo o un sintagma.
Así pues, ¿pertenecen o no esas tres palabras al mismo tipo
o prototipo?
Si las palabras pertenecen a una clase o tipo, será posible
su sustitución por otra de la misma clase en el mismo lugar del enunciado,
aunque, lógicamente, se modifique su significado. Las palabras que se
sustituyen entre sí pertenecen a la misma clase morfosintáctica (un tipo de
palabras), pero no son sinónimas:
13.Ha pasado un (algún, bastante, demasiado, otro, etc.)
tiempo.
14.Ya he visto algo (alguno, bastante, demasiado, otro,
etc., pero no ‘un, algún’).
15.Trabaja poco (algo, bastante, demasiado, etc., pero no
‘un, algún, alguno, otro’ con la misma función).
En estos enunciados 10 y 13, mucho y un son determinantes
indefinidos. Se anteponen a un nombre para significar valores semánticos (la
existencia en el mundo) y gramaticales (el género y el número).
En los enunciados 11 y 14, mucho y algo son pronombres
indefinidos. Hacen las mismas funciones que un sustantivo, sin necesidad de un
determinante: en este caso, complementan a un verbo para expresar un argumento
(un tema).
En los enunciados 12 y 15, mucho y poco son adverbios de
cantidad. Complementan al verbo para expresar una cantidad indefinida.
De acuerdo con el análisis que acabamos de hacer, los tipos
de palabras no se distinguen solamente por su forma o por su significado en el
diccionario, como hacía la gramática tradicional (sustantivos: se refieren a
sustancias), sino principalmente por la función sintáctica que desempeñan
cuando se combinan con otras palabras en una oración o en el texto.
4.2. La flexión de las palabras: morfemas flexivos.
Me gustan las casas de ese pueblo.
Ellos se casarán mañana.
La flexión hace posible que una misma palabra en el
diccionario (casa, casar) adopte distintas formas según el contexto, para
expresar circunstancias variables:
el género o el número (sustantivos, adjetivos,
determinantes, pronombres): casa-s.
el modo, el tiempo o la persona (verbos, pronombres):
cas-arán.
Los morfemas flexivos se añaden a la raíz o el lexema como
los morfemas derivativos (cas-as, cas-arán), pero no deben confundirse con
ellos. De hecho, la flexión puede afectar a la palabra entera, incluida la
raíz, en el caso de los determinantes artículos (el, las) o los pronombres
(vosotras, ellos).
4.3. Las categorías de la flexión.
Las categorías de la flexión no son solamente morfológicas,
sino también semánticas y sintácticas:
- El número se refiere a la cantidad en el mundo
representado, aunque de manera meramente indicativa y evaluativa: singular y
plural.
- El género construye el referente de algunas palabras en
virtud de las diferencias culturales y simbólicas entre masculino y femenino,
que muchas veces no tienen relación alguna con el sexo.
- La persona caracteriza a los interlocutores y a los
personajes del texto, por su relación con el/la hablante: 1ª persona (el
hablante y su grupo), 2ª persona (sus interlocutores), 3ª persona (fuera de la
relación personal con los hablantes).
- El modo se refiere a la modalidad del enunciado, de
acuerdo con la intención de los hablantes: indicativo, infinitivo, participio,
gerundio (representan un hecho real o verificable), subjuntivo (expresa un
deseo, una hipótesis o su negación), imperativo (expresa un mandato).
- El tiempo se refiere a la línea temporal que construye
virtualmente la lengua, para organizar los hechos que se representan: futuro,
presente, pasado, pasado antes del pasado.
4.4. Palabras variables.
Son aquellas que cambian de forma para comunicar diferencias
en el mundo representado o en el código que lo representa: sustantivos,
adjetivos, determinantes, pronombres y verbos. Es decir, las palabras variables
tienen flexión o se flexionan.
4.5. Palabras invariables.
También estas sirven para comunicar variaciones en el mundo
o en el código, pero no lo hacen cambiando de forma, sino seleccionando otra
palabra distinta entre las posibles dentro del mismo tipo: adverbios,
preposiciones, conjunciones e interjecciones. No tienen flexión, no se
flexionan.
4.6. Las reglas de la concordancia.
No es difícil darse cuenta que las marcas de la flexión de
las palabras (lexemas o morfemas flexivos), que expresan las categorías
sintácticas de género, número, persona, etc., están en relación unas con otras.
Cuando se combinan en una oración o en un texto, tienen que concordar entre sí.
4.7. Otras reglas de selección sintáctica.
El verbo, el sustantivo y el adjetivo imponen ciertas
condiciones para la construcción de sus grupos, a la hora de seleccionar unas
palabras u otras. La regencia sobre las preposiciones es el mejor ejemplo:
Vengo de casa.
Salgo de casa.
5. El estudio de las palabras.
Del estudio de todos esos fenómenos que acabamos de enumerar
se ocupan:
-La fonología: dentro de su ámbito se encuentra la
descripción del valor de los fonemas para distinguir palabras o morfofonémica.
-La morfología: la parte de la lingüística que estudia la
formación de las palabras.
-La semántica: la ciencia que estudia el significado de
cualquier signo humano, incluidas las palabras.
-La sintaxis: dentro de su ámbito estaría la descripción de
las funciones sintácticas de las palabras, cuando se combinan en una oración o
en el texto; es decir, la morfosintaxis.
6.CLASIFICACIÓN DE TIPOS DE PALABRAS
Hola, Carlos.
ResponderEliminarHas hecho un resumen muy extenso del tema, copiando la mayor parte del original, en vez de un esquema.
Recuerda:
1º) Identifica y ordena los conceptos clave (1.1, 1.2, a, b, etc.)
2º) Añade las ideas principales si es necesario, con guiones.
No olvides contestar a las preguntas junto con el esquema, porque constituyen la mitad de la evaluación.